Eslabón Débil, Cadena Frágil
Feb 27, 2023
Estar al frente de una gran organización es un enorme privilegio que conlleva responsabilidades, a veces, insuperables. Su éxito depende de la fortaleza de su cadena de mando.
El Presidente de México, Enrique Peña Nieto, llegó a un punto culminante en su gestión cuando la Revista TIME le dio la portada con el título: SAVING MEXICO. En ese momento, con la aprobación de sus reformas y el buen comportamiento de la economía, todo era miel sobre hojuelas.
Pero nada dura para siempre. De repente, como dice la canción “todo se derrumbó”.
El mayor problema, sin duda, la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa. El mal manejo mediático que hizo su equipo de comunicación social trasladó el problema local a un ámbito nacional que no tenía por qué escalar.
Al igual que en un partido de futbol, si el árbitro no saca sus tarjetas amarillas a tiempo, el partido se le va de las manos. Los malos efectos evolucionan más rápido que los efectos buenos.
Al Presidente Peña Nieto le sucedió que un eslabón de su cadena de mando no hizo un buen manejo desde el inicio y, consecuentemente, se le vino encima el problema como una bola de nieve. Ahora, el único culpable es él, se le pide que resuelva lo irresoluble.
Todos sabemos que en un proceso de pérdida, el duelo comienza con la aceptación. Los padres de los desaparecidos han llevado a tal grado su consigna de “vivos se los llevaron, vivos los queremos”, que ahora hasta la confirmación de dos cuerpos identificados en los laboratorios de Insbruck no la creen y afirman que están manipulando los datos.
En la celebración del primer aniversario de esta funesta desgracia, el 26 de septiembre de 2015, una de las madres tomó el micrófono y con vibrantes e irrespetuosas palabras dijo: “Peña Nieto o estás con los padres que sufren o estás con el crimen organizado”.
De manera lamentable, las acciones de investigación por parte de las instituciones oficiales encargadas de hacerlas, han estado plagadas de errores. No obstante la anuencia gubernamental para que investigadores internacionales participen, la culpa sobre el presidente sigue creciendo.
El Presidente Peña Nieto puede expresar y conceder todo lo que está a su alcance, pero nunca será suficiente. Lo que no se hizo inmediatamente, resulta insuperable conforme pasa el tiempo.
Vayamos a otro caso. Volkswagen (VW) AG en Alemania es sometida a una fuerte presión que lleva a su presidente Martin Winterkorn a dimitir. Con más de 100 fábricas en varios países la Volkswagen vende 10 millones de vehículos de distintas marcas, tanto utilitarios y de carga como de lujo, emplea a más de medio millón de trabajadores y factura 223,600 millones de dólares anuales.
Michael Horn, jefe de las operaciones estadounidenses de la VW, comentó a la prensa: “Nuestra compañía fue deshonesta con la Junta de Recursos del Aire de California y con todos ustedes. Nos equivocamos”.
La deshonestidad consistió en que de 2009 a 2015 instalaron en once millones de vehículos un aditamento (un software) para engañar a los inspectores encargados de medir las emisiones de contaminantes en sus autos con motores a diesel. En síntesis, estos autos presentan menores índices de contaminación cuando son subidos a los rodamientos para la emisión, pero en la calle emiten contaminantes de diez a doce veces más.
La VW estima costos directos de 7,200 millones de dólares para resarcir daños. Pudiera ser que los compradores decidieran devolver sus autos, entonces el costo sería mayor. Excepto el medio ambiente, ningún dueño se ha visto perjudicado. No es el caso de personas muertas, como ha sucedido con fallas en General Motors, Toyota y otras más.
Además del presidente Winterkorn, tres ingenieros de mayor rango y algunos otros ejecutivos también deberán renunciar a sus puestos.
Como en pasadas ocasiones, estos temas nos interesan en la medida que se relacionan con:
El rol de los líderes en las instituciones que dirigen.
Estos casos reafirman nuestra creencia de que todo líder asume la responsabilidad del comportamiento de quienes dependen de él. En Alemania se busca a los culpables y son retirados de la empresa, en Japón la vergüenza es tal que lleva a algunos a practicarse el hara-kiri y en México…todo bien, gracias.
Hace varios meses publiqué un blog intitulado: “actos malos que tienen consecuencias buenas”, allí hice referencia a que estamos poblados de pillerías, ineficiencias, deshonestidades, pero vemos cómo quienes las practican siguen ascendiendo en la jerarquía política. No hay castigos para los malosos, sólo indiferencia y más tarde, premios. En México quien abusa del presupuesto “es listo”, quien es honesto “es güey”.
Nuestra memoria de los actos públicos es tan deficiente, olvidadiza, que luego nos presentan a la misma mona con otro disfraz y volvemos a votar por ella o él.
Lo importante es ¿qué pasa en tu empresa? ¿Qué le pasa a los malosos? ¿A los ineficientes, a los impuntuales, a los incumplidos, se les castiga o da lo mismo? Recuerda que somos un país con un bajísimo nivel de productividad, ¿encuentras alguna relación con estos temas?
Al presidente de la VW se le acusa de haber implantado un estilo directivo vertical, centralizando decisiones, provocando lentitud y equivocaciones en la toma de decisiones. La Unión Soviética ya nos demostró que la centralización es un error, entonces, ¿por qué no aprendemos?
En síntesis, no es posible dirigir una empresa, no importa el tamaño, si no se crea una cadena de mando capacitada y con alto sentido de responsabilidad. Es preciso delegar. Para ello primero debemos desarrollar las capacidades de liderazgo necesarias en los distintos niveles. Se ha dicho con frecuencia “la fortaleza de una cadena depende de su eslabón más débil”. Todos somos líderes, no sólo el jefe. Así que ¡A DESARROLLAR LA CADENA DE MANDO…EN SERIO!
Te deseo una feliz y productiva semana.
¡HASTA EL PRÓXIMO MIÉRCOLES!
NADA CAMBIA, HASTA QUE ALGUIEN TOMA LA INICIATIVA: UN LÍDER ¿SERÁS TÚ?