Felicidad: Nueva Responsabilidad Organizacional
Nov 22, 2023
Bienvenido a miércoles de liderazgo, el post de Alfredo Esponda. Te ofrezco reflexiones y propuestas para que a través de cursos en línea seas un líder que dota de habilidades a tus colaboradores y a personas que están a tu alrededor. Tu influencia será cada vez más impactante. Si quieres tener una empresa competitiva necesitas un equipo competente. Capacítalos. Capacítate tú. Será tu mejor inversión.
Hemos tenido oportunidad de conversar acerca del Movimiento Internacional de la Felicidad cuyo gurú reconocido es Martin Seligman con libros y conferencias de amplio reconocimiento, dando lugar a un crecimiento exponencial de expertos en felicidad. Artículos antes te proporcioné una lista de más de diez libros sobre el tema. En el artículo anterior te relaté lo que están haciendo distintos gobiernos en pro de la felicidad de sus ciudadanos. Ahora exploraremos lo que deben hacer organizaciones tanto públicas como privadas. Lo dividiremos en tres partes: 1. La necesidad. 2. Las soluciones. 3. El nuevo papel del líder.
- LA NECESIDAD. Hemos abordado en el pasado el tremendo lastre que significa la baja productividad. Es un problema constante en las empresas, es de alcance nacional, y por supuesto, de toda América Latina. La productividad elevada la encontramos en los países escandinavos y asiáticos. En México sufrimos esto manifestado en productos caros y malos.
Gallup, la reconocida empresa encuestadora a nivel mundial, nos ha abierto los ojos al informar que los resultados de encuestas laborales arrojan datos preocupantes: “sólo el 20% (uno de cada 5) de los trabajadores reconoce estar en un buen empleo, donde puede aplicar sus talentos; hay un 62% que no siente vínculo emocional con la empresa en que trabaja; y hay un 18% que considera su trabajo como fuente de malestar y desagrado.
Asociemos estos dos datos: malestar laboral en el 80% de los trabajadores y baja productividad empresarial. No tenemos que ir muy lejos para buscar qué causa la baja productividad: el malestar laboral. Por supuesto hay otros factores como el retraso tecnológico y el mal ambiente social que rodea al trabajador, entre otros: asaltos al trasladarse de su casa al trabajo, pobreza, hogares disfuncionales, lejanía entre el hogar y el lugar de trabajo, etc.
En fecha reciente, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) declaró en voz de Mario López Roldán, uno de sus directivos, que “México es el país de la OCDE con el peor balance entre vida y trabajo, que es uno de los pilares del desarrollo económico. Es el país que más tiempo dedica al trabajo y donde los colaboradores tienen menos horas para su cuidado personal. El 36% de los adultos padece obesidad, 10 puntos por arriba del promedio, los costos asociados a la obesidad le representan al país una pérdida del 5.3% del PIB”. Fuente: Reforma 7/11/23.
Datos del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) en voz de George Ward da a conocer los resultados de estudios aplicados a 6.5 millones de personas empleadas en Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña, sobre los niveles de felicidad en Google 78%, en SAP 76%, CNN 67%, Deloitte 66%, Tesla 59%, Amazon 57%, promedio en Estados Unidos es de 62%. Fuente: p.280 de ¡Cómo Salir del Pozo! Andrés Oppenheimer. Con esos datos ¡ya puedes imaginar tú, amable lector! Cómo saldrían nuestras encuestas en los empleados de Santander, Banorte, Chedraui, Grupo Carso, Grupo México, Comisión Federal de Electricidad o cualquiera otra. ¿Superarían el promedio de 62%?
La necesidad de poner atención al grado en que nuestros trabajadores están conformes con el trabajo que realizan, sin caer en estrés, sintiéndose vinculados emocionalmente con su empleo y su empresa, es muy grande. No podemos ignorarlo, si queremos empresas productivas, eficientes y capaces de brindar un buen servicio al cliente, necesitamos interesarnos en la felicidad de quienes hacen realidad todos estos milagros: los empleados.
Las renuncias, la rotación de los empleados, la dificultad para atraer talento a la organización, el costo de la salud de los trabajadores por sus incapacidades, todo ello debería convencernos de la necesidad de abocarnos a solucionar estas necesidades.
- LAS SOLUCIONES. El hueco por llenar es enorme. Tenemos que pensar en muchas y muy buenas soluciones. Lo primero, consiste en hacer toma de conciencia de la importancia que tiene el nivel de bienestar de los trabajadores. No faltará quien exprese que eso no es responsabilidad de la empresa. La palabra felicidad puede sonar exagerada, pero en esencia, estamos hablando de lo mismo. Desgraciadamente en México hablar de bienestar ya quedó asociado con regalar dinero a la gente. No es eso, felicidad es “estar a gusto con uno mismo y con lo que nos rodea”.
¿Pueden las empresas hacerse cargo de la felicidad de sus trabajadores?
Por supuesto que sí. Al menos, deberían. No por razones humanitarias, ni espirituales, sino por su propio interés. Cultivar un buen ambiente de trabajo para propiciar el estar bien, el sentirse a gusto mientras se trabaja es altamente conveniente para las personas, sean del nivel que sean y en su conjunto para la organización, sea pública o privada.
¿QUÉ HACER?
Lo primero, asignar la responsabilidad de cuidar el bienestar de los trabajadores a una persona, ya sea como director de felicidad o como un departamento dependiendo de la dirección de recursos humanos o de capital humano. En esencia, necesitamos un jefe, un ZAR DE LA FELICIDAD. Una persona que disfrute de la interacción social para impulsarla y buena disposición para ayudar a la gente.
En segundo lugar: medirlo. Lord Kelvin nos enseñó desde 1904 que “lo que no se define, no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada”. Si queremos mejorar el nivel de satisfacción en el trabajo, hemos de definirlo y luego, medirlo, para poder mejorarlo.
¿Cómo medirlo? Con una encuesta a los trabajadores de cada nivel, separando las encuestas para saber dónde se encuentra el mayor daño.
En una escala de 1 a 10 preguntar el grado de satisfacción con respecto: a su trabajo, sus compañeros, el orgullo por hacer ese trabajo, por el propósito de su trabajo, por su salud, por trabajar en eso que él hace, su felicidad, dormir bien, descanso, entre otras. Procurar que no sean más de seis preguntas.
Con las respuestas anónimas sabremos en qué áreas de la empresa debemos prestar mayor atención llevando a cabo actividades recomendables, entre otras: formar grupos de personas afines para practicar visitas a museos, a conciertos, a ver una película, a leer un libro y luego discutirlo, a jugar dominó, a jugar ajedrez, organizar torneos, etc. Con mayor riesgo, pero más disfrute, sería organizar una excursión de fin de semana con familia.
Lo importante de lo que se lleve a cabo es propiciar la interacción. Prestar especial atención a los que se sienten solos, les cuesta trabajo interactuar, los que se quedan callados en las juntas o reuniones de grupo. Los que tienen tendencia a aislarse. Un reto es conseguir que los jefes quieran reunirse con subordinados, suyos y de otras áreas.
Una actividad reconfortante es la de formar equipos de voluntarios para realizar trabajos en favor de la comunidad, como recoger basura limpiando parques, sembrar árboles, integrar despensas para llevársela a colonias populares, recoger donativos para pagar necesidades urgentes a grupos vulnerables, en fin, hacerlos sentir útiles.
Un aspecto clave es organizar conferencias internas, los directivos de cada área explicando a distintos grupos de empleados en qué consiste lo que hacen. Darles a todos un propósito que los llene de orgullo.
- EL NUEVO PAPEL DEL LÍDER. No basta con asignar un ZAR DE LA FELICIDAD. Es preciso conseguir que cada líder de la organización ya sea director, gerente o jefe departamental, asuma su responsabilidad por conseguir satisfacción de sus trabajadores por el trabajo que realizan, por formar parte de un equipo y por su contribución al éxito de la empresa. No basta que el líder se limite a la planeación, instrucciones de trabajo y la supervisión, también debe encargarse del bienestar y la satisfacción, preocuparse por ellos.
La causa generalizada de malestar es la relación jefe-subordinado, de modo que el primer paso para cada jefe consiste en establecer una mejor relación con sus colaboradores directos, escuchándolos y atendiendo la situación personal de cada uno de ellos. Si el jefe no quiere relacionarse así, entonces todo lo demás fallará.
Con las mediciones que se tengan se podrá comprobar que hay una mejoría en lo que interesa a la empresa: rentabilidad. El costo de estas actividades quedará compensado por los beneficios de trabajar con mayor energía y disposición en favor de la empresa. El trabajador está más cerca de la operación, entonces puede mejorarla, si quiere. El trabajador está más cerca del cliente, entonces puede conquistarlo para que compre más. Si quiere. El trabajador está más consciente de los desperdicios, reprocesos y robo hormiga, entonces puede evitarlos. Si quiere.
¡He allí el dilema! ¿Querrá actuar en favor de su empresa o tendrá un actuar apático y desinteresado? Digno de pensar. ¿Haremos el trabajo para conseguir felicidad en el trabajo? Tan fácil, es tu decisión.
¡HASTA EL PRÓXIMO MIÉRCOLES!
SATYA NADELLA (CEO de Microsoft): Tendremos que definir la productividad más ampliamente para incluir cualidades como el bienestar de los trabajadores.
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