Vamos muy Tarde, pero cabe Recuperarnos

May 31, 2023

Virtuosum

6:40

El periódico Reforma destaca con grandes letras: “Llega inversión ¡y falta talento!” pero eso es aplicable no sólo a la falta de talento, también de energía eléctrica, de infraestructura, de agua y de muchas cosas que no hemos hecho con la debida anticipación.

En la nota de referencia publicada el 15 de marzo de 2023 publican comentarios de Mónica Flores, presidenta de Manpower Group LATAM. “Siete de cada diez empleadores batalla para conseguir gente que cubra las plazas laborales que demanda su actividad. Es el nivel de déficit más alto en los últimos 16 años. No sólo es necesario tener inversión, también es necesario el talento para mantener el crecimiento económico del país”.

Mónica agrega “es buena noticia que estén llegando inversiones, tenemos que acelerar la adquisición de estas competencias que requieren las compañías. Son habilidades y competencias más sofisticadas, más digitalizadas, que no es necesariamente lo que la gente aprendió en la escuela”.

Algunos adultos que leen estas noticias se preparan para hacer frente el reto, pero piensan en una maestría o en un doctorado. Nada como eso. Toma demasiado tiempo y estamos en emergencia. La solución consiste en capacitar grandes contingentes en lo que se requiere: atención y servicio al cliente, comercio electrónico, tecnología de la información, programación, logística, operaciones, etc. Esta posibilidad de capacitar en el puesto de trabajo nos la brinda lo que hoy conocemos como UNIVERSIDAD VIRTUAL CORPORATIVA que con cursos creados específicamente de acuerdo con las necesidades y características de las tareas a realizar se logra mayor capacidad de respuesta en menor tiempo.

Pero no nos espantemos. Lo que sucede en educación lo vemos también en la generación de electricidad. Estamos con un consumo promedio individual de 205 watts por persona y si tomamos como referencia el consumo de Corea del Sur que es de 879, entonces veremos que la brecha es enorme y todo parece que no hay previsión para ello. Si llegan inversiones y se abren más plantas productivas, ya no digamos una gigafábrica como la de Tesla, es evidente que nuestro retraso va a relucir muy pronto, la insuficiencia en la capacidad de generación será un freno a dichas inversiones. Además, debemos considerar la construcción de líneas de transmisión, que vaya que tomará más tiempo.

A toda esa tragedia debemos agregar otra: la necesidad de infraestructura. Todo crecimiento del aparato económico requiere carreteras, puentes, puertos, aeropuertos con pistas y equipamientos para darle funcionalidad. En síntesis, necesitamos tiempo para crearlo, “no se vale llorar ante la leche derramada” dice el viejo dicho, asimismo nosotros tenemos que aceptar que como sociedad no hicimos a tiempo estas tareas que son imprescindibles para acceder al crecimiento económico.

Por si fuera poco, nos falta el reproche por no haber atendido a tiempo el asunto del agua. Todo el fenómeno hídrico está descuidado, desde las cuencas hasta las tuberías que hay en cada ciudad. No podemos dejar de mencionar que ciudades muy importantes, de tamaño medio, como San Luis Potosí o como Celaya carecen de drenaje. Nuestros ríos contaminados, lagos y mantos acuíferos, que con oportunidad debimos atender hace muchos años, no hicimos la tarea. Los presidentes municipales no aplicaron correctamente las partidas presupuestales.

A esto tenemos que agregar que el cambio climático nos golpea con rigor, temporadas largas de sequía que condenan a amplios sectores de la población a carecer de agua potable y no potable. La falta de lluvias mantiene las presas en niveles históricamente bajos. No supimos actuar a tiempo construyendo presas y represas capaces de guardar agua, especialmente para el campo, donde la agricultura y la ganadería son los principales consumidores de agua, más que la población urbana.

Tenemos zonas donde la miseria crea condiciones inadmisibles para una sociedad que trabaja y lucha por ascender a niveles medios de desarrollo. En estas zonas hay un exceso de personas desnutridas y hambrientas. Nos faltó concentración en los problemas para ir sentando las bases del desarrollo equilibrado. Hay demasiada desigualdad que lacera el orgullo de los mexicanos más destacados, a quienes corresponde una buena tajada de responsabilidad.

La falta de trabajos provoca que emigren anualmente hacia Estados Unidos dos millones de mexicanos. Estamos en condiciones privilegiadas para que lleguen inversiones y podamos crecer brindando empleo a muchas personas, pero es doloroso aceptar que por falta de preparación resultan ser empleables en la industria, pero sí en Estados Unidos donde son útiles en las grandes plantaciones que aquí no hemos sabido impulsar. Carecemos de las políticas que ayuden a solucionar el problema de la pobreza.

En fin, se nos hizo tarde y parece que va a llover, pero en lugar de correr, debemos actuar para ser productivos.

¡HASTA EL PRÓXIMO MIÉRCOLES!

ALFONSO REYES: México, siempre llega tarde al banquete de la modernidad (…y lo dijo hace 100 años).

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